martes, 29 de marzo de 2011

Mr. Gaturro en adopción



Regalo precioso gatito mestizo de pelaje rubio-atigrado; tiene aproximadamente 3 meses de edad. 
Es muy tierno y considerado pues suele dormir acurrucándose en la cama de su dueño dejándola bien calientita para cuando a este le toque usarla y no es para nada exigente pues no necesita de esa costosa tierra especial para gatos, el puede arreglárselas en cualquier lugar de la casa. 
Este felino es también un animalito muy ocurrente e inteligente ya que le gusta inventar sus propios juegos tales como :
  • ·         Correteo desquiciado; que consiste correr  velozmente por todas las aéreas de la casa sin necesidad de causa o motivo aparente.
  • ·         Tumba los corotos de la mesa; este puede jugarse combinado con el anterior pero incluyendo mesitas de noche y estantes con perfumes y otros objetos valiosos.
  • ·         Ataque sorpresivo; consiste en lanzarse impetuosamente sobre inocentes transeúntes de la casa desde abajo de las camas o los sitios menos esperados, clavándoles en los pies o pantorrillas sus filosas uñas y dientes de cachorro como muestra de cariño y aprecio.
  • ·         El Tesoro Escondido; el cual siempre parece estar en las bolsas de basura y papeleras.
  • ·         La ere; Se juega contra la escoba o coleto, según sea el el que uno este usando en ese momento. Las reglas de este juego aun no están muy claras.
  • ·         1, 2, 3 pollito inglés; debe comerse el pollo dejado al descuido descongelando en el frega-platos y desaparecer antes de que el cocinero termine de ocuparse de otros menesteres. También puede jugarse con carne,      pescados y embutidos.



Como notaran este minino es todo un personaje que alegrara su vida y la llenara de anécdotas interesantes y memorables como lo ha hecho con la mía este mar… criadito animalito de Dios. 
Interesados dejar un comentario por aquí. Despacho a nivel nacional gratuito. 
Anexo la foto, verlo es adoptarlo!!!

viernes, 25 de marzo de 2011

El inicio



Desde hace algún tiempo vengo acariciando la idea de escribir un blog, no es que egocéntricamente considere que “lo que yo tengo que decir el mundo necesita saberlo” ni mucho menos; sólo que se que siempre hay alguien que quiere saber –y se quiere reír- con las aventuras de los demás (bonita manera de llamar entrépitos a mis futuros fieles lectores, les pido disculpas mis amores).

“Anda, cuéntame otra vez del velorio que le hicieron al perico”, esas experiencias que de tanto contarlas se convierten en un chiste que siempre te piden de nuevo, serán las protagonistas mientras el verdadero autor es “el hemisferio derecho, el de la creatividad” como solía decirme alguien muy apreciado (que no mencionare hoy porque aun no sé cómo funciona el marco legal de estas publicaciones online y no quiero problemitas).



Decidí llamar a esta bitácora OVIDIO Y YO, no en alusión a aquella película del perro labrador y sus dueños (acabo de notar el símil, palabra) sino porque soy amante de los animales y porque es con mi perro, Ovidio Valentín, con quien comparto la mayoría de las horas de mis días. Además, lo confieso, es a quien más le hablo y con su mirada parece siempre querer decirme lo que yo quiero escuchar (el no me contesta pero les aseguro que me presta mucha atención). Precisamente hoy estoy en esa onda de amor por los animales pues quede con inmensas ganas de adoptar tres tiernos cachorritos mestizos que jugueteaban al lado de una caja de cartón en plena acera mientras su mama buscaba alimento en los alrededores. De verdad pareciera que estos animalitos vienen dotados con un sensor de supervivencia que les hace lloriquear y juguetear  justamente cuando uno viene  pasando frente a ellos desprevenido.
Así nos pasó con Angustia De Los Dolores; no, no se trata del nombre de la protagonista de alguna melodramática  telenovela mexicana, sino el de una perrita llorona que mi mama y yo rescatamos del mundo de las drogas y el alcohol en Caracas ya que la habían abandonado en la esquina de los indigentes del barrio.
Por esa esquina veníamos caminando cuando repentinamente escuchamos el escándalo; eran los súbitos quejidos de un cachorrito que hacían pensar que le acababan de dar un martillazo en el dedo chiquito de la patita. Quisimos ser fuertes e intentamos continuar caminando pero ya era muy tarde, ella nos había  olido; los alaridos alcanzaban notas tan altas y estridentes que finalmente sucumbimos; nos detuvimos, nos miramos resignadas  y nos devolvimos.
Así llego a la casa “Angustias” bautizada  así porque angustiadas veníamos con el temor de que nos bajaran del autobús  por el llanten que llevaba la perra (“De Los Dolores” vino después de la primera noche con ella chillando en la casa). Sé que muchos no me van a creer pero les aseguro que el de esta perrita no era el llanto típico del canino que esta triste, que quiere que lo suelten o que está contento porque llegaste a casa; eran dramáticos y desgarradores aullidos  que hacían hasta a el chofer del autobús mirarnos feo por el retrovisor pensando que le hacíamos algún daño a la perra. Y es que yo creo que la pobre Angustias debe haber sufrido mucho en sus primeros días de vida o al nacer le machucaron la colita durísimo porque le quedo un tick nervioso que consistía en expresar todas sus emociones, buenas o malas, con repentinos gritos histéricos que nos tenían a todos tomando valeriana. Hasta comiendo movía la colita y lloraba.
“Que vamos a hacer con Angustia? Onix la va a matar!” Onix, nuestro amado Golde Retriever, era el más noble con los humanos pero el más despiadado con los de su especie; el no la pudo tolerar jamás, no sé si fue por su problema de carácter con otros perros o porque Angustias lo despertaba exaltado de todas sus siestas a lo largo del día. Así que no nos quedo otra opción que llevárnosla a casa de mi hermano, sin decirle jamás del trastorno bipolar que padecía -que se dé cuenta el solo después, ahí le dejamos la valeriana-.
Quisiera poder decir que la vida de Angustia fue larga y llena de satisfacciones que compensaron aquel desconocido y traumático pasado que tan honda huella había dejado en ella; pero la verdad es que Onix también vino en el paseo y al parecer 4 horas de carretera con Angustia fueron para el tormento suficientes para planear su asesinato que fue ejecutado esa misma noche mientras todos dormíamos.
Supongo que no es solo para la raza humana eso de que algunos seres vienen a este mundo solo a sufrir. Me consuela que yo le di todo el cariño que pude en tres días, esto lo digo de corazón.
Mi querida Angustia, nunca te olvidare, ni nadie que te haya conocido por más cinco minutos, por obvias razones. Aun hay días en que te pienso acostadita durmiendo y despertándote de pronto dando gritos de terror (o de alegría) dejándonos a todos tu profundo recuerdo grabado en la mente y en los nervios.