martes, 20 de septiembre de 2011

Caramelo, el héroe sarnoso.


Caramelo, el viejo perro rescatado de mi tía, es uno de los perros mas feos que he visto en mi vida: mestizo, patas largas, pelo reseco color tierra (y con tierra) sin aparente forma, de esos perros que son hijos de dos perros que no debieron haberse cruzado jamás y los hijos les salen pelo largo en el tronco y pelo corto en las extremidades, además de tener la cabeza muy chiquita para el cuerpo. No se si me explico, el pana era feo y de paso tenía sarna.
Se pasaba los días echado bajo un árbol durmiendo o pensativo; nadie quería socializar con Caramelo y a él no parecía importarle. 
Un día que fui de visita, senti piedad del pobre asocial incomprendido y quise hacer algo por el. Le pedí a mi prima que me acompañara al taller mecánico que estaba cruzando la calle a buscar algo de aceite quemado para untarle a Caramelo. Tomamos un recipiente vació y nos fuimos. 
Al llegar allá entramos por una especie de  estacionamiento solitario y dijimos: Bueeenaaaassss! grave error! De inmediato se activaron dos perros guardianes raza Doberman con actitud de endemoniados, de verdad que parecían los perros sombis de la película Resident Evil. Venían corriendo hacia nosotras mostrando los dientes (y no precisamente por su sonrisa Colgate). Ambas nos quedamos paralizadas, yo pensé: aquí fue! Para que correr?. Me quede fría, petrificada, esperando lo inevitable. 
Pero entonces ocurrió lo imposible: detrás de nosotras escuche los valientes ladridos de un perro que venia en nuestro rescate, voltee y ahí estaba el, como en cámara lenta, ladrando y corriendo con su reseco pelaje ondeando al viento y sus patas chuecas raudas y galopantes, nuestro salvador, Caramelo, el viejo, el sarnoso, el feo; el que nunca deja la sombra de aquel árbol. Y lo vi bello! bellísimo, todo un Supercan con su capa que venía a enfrentarse al par de fieras guardianes de Satanás.  No me pregunten que paso después, yo solo se que aprovechamos la distracción y  salimos corriendo a la casa dejando a Caramelo que resolviera aquel lío. 
Ya en la casa, sentadas pasando el susto con agua, vimos llegar a Caramelo vivito y coleando que venía de nuevo a echarse debajo del árbol.
Aquel día le puse el aceite con taaaanto amor al perro que hasta masajes le dí. 
Moraleja: el aceite quemado realmente no sirve para curar la sarna. Al final tuvimos al mismo Caramelo feo y sarnoso pero empatucado  con el pegoste heroico de la valentía.


Rottweiler Vs Chow-chow... y Co.


Los Rottweilers son animales súper dulces y nobles, pero nadie puede negar que tiene un lado oscuro que no pueden reprimir y que sale a flote en las peores situaciones. Yo lo comprobé. 

En una oportunidad, viviendo en en aruba, una amiga que vivia al lado tenia varios perros grandes, algunos mestizos y algunos puros. Entre ellos un Rottweiler, Bobby y un callejero tambien grande, Carmelo. En casa de mi tía, donde yo me quedaba, había un Chow-chow, Gufy. Gufy era enemigo a muerte de Carmelo, no podían verse porque se armaba la sampablera. 

Una vez la vecina se fue de viaje y me pidió alimentarle y cuidarle los perros. El primer dia que fui a alimentarlos Gufy muy sigiloso se vino detras de mi sin que yo me diera cuenta y cuando ponia la perrarina en las tazas, a mis espaldas, Carmelo y Gufy comenzaron a pelearse. Era horrible, no soporto ver perros peleandose. Pero todo empeoro cuando Bobby al ver la pelea se volvio salvaje y se fue sobre ellos agarrando a carmelo, su propio hermano, por el cuello y comenzando a estrangularlo. Entonces carmelo contra el piso tenia a Bobby que lo sostenia mortalmente por el cuello y a Gufy, que aprovechando la ventaja, le mordisqueaba el resto del cuerpo. 

Corrí hacia ellos y quise eliminar el elemento perturbador, Gufy, agarrándole para separarlo por el collar y mandarlo a casa; pero este traidor (Chow-chow al fin) se volteo y me mordió durisimo en la mano. Menos mal que odiaba tantisimo a Carmelo, porque me soltó de inmediato para seguir mordiendolo a él.

Ante tan dramática situacion corrí en busca de algún elemento contundente para nockearlos y parar la reyerta; lo único que encontré fue el tubo de metal de una escoba y comence a dar tubazos alternando entre Bobby y a Gufy. Gufy se apartaba a causa de los golpes pero cuando me volteaba para darle a a Bobby, Gufy volvia a atacar a carmelo. Y lo peor es que a Bobby no parecian dolerle en nada los tubazos, estaba como insensible e ensimismado arremetiendo contra Carmelo! 

Ya llevaba cierto tiempo en esto y comenzaba a cansarme y desesperarme; en ese momento paso un señor que quedo muy impresionado con el espectáculo: 2 perros y una mujer atacando a un perro en el suelo, sangre por todos lados... (mayormente la mía). Le grite angustiada: ayúdeme por favor! Y el señor me lanzo una mirada como de: "y que quieres que yo haga?". Entonces miro a su alrededor, tomó una silla plastica del porche y se la lanzo a los perros pero apunto mal y casi me causa una fractura del lóbulo oxipital, gracias a Dios fui ágil y la esquivé. 

Todo esto no hizo mas que llenar mi cuerpo con furia de venganza pues comprendí que solo yo podría acabar con la guachafa; ya estaba molestisima, me gire hacia Gufy y me concentré en él ignorando a Bobby y dejando a Carmelo a su suerte pero en un 1 a 1, al menos; A Gufy le cai a patadas, tubazos, sillazos y otra cosa que también termina en "azos". Fui tan despiadada que el perro desistio y se fue chillando y corriendo despavorido a la casa a meterse debajo de un carro. Entonces voltee hacia Bobby; entendí que a punta de golpearlo con el ya muy malogrado tubo no lograría nada, entonces tuve una idea. Meti el palo entre su cuello y su collar y comencé a dar vueltas haciendo un torniquete, vueltas y vueltas y mas vueltas... hasta que por fin Bobby comenzó a ceder. Se le doblaron las patas y callo medio inconsciente, soltando a Carmelo y haciendose pipi. Carmelo, libre al fin se sacudió y se largo como si nada hubiese pasado. Y a mi me toco quedarme consolando al pobre Bobby hasta que se recuperó del todo.

Me miró con tanta dulzura mientras lo acariciaba, como diciéndome: "perdóname, yo no se que me pasó". Nunca le tuve ni le tendré miedo a ese perro, de hecho ahora me gustan mas los Rottweilers pues Bobby, que no me conocía y que le di mas tubazos que a una alfombra vieja, ni con todo esto intento morderme. Mas desconfianza le tengo al cdm Gufy. Chow-chows traicioneros.

La Persecución


Hoy baje a Ovidio a caminar y hacer sus necesidades. 
Abajo había un perrito chiquitito, como un pinscher. Estaba suelto, escapado, asustado, correteando de aquí para allá... 
Su dueño le llamaba desde afuera del edificio, no podía entrar porque las rejas del estacionamiento estaban cerradas. Me dijo: por favor atrápalo! Pero Ovidio es un necio y el correteaba al perrito para jugar con él y no me dejaba atraparlo. El perrito le huía pues le tenía miedo. 
Entonces este era el panorama: el perrito corría adelante a toda velocidad, detrás Ovidio ladrándole como loco para jugar y de ultima yo gritando y amenazando de muerte a Ovidio para que lo dejara. Parecía aquella caricatura donde el León persigue al africanito y este a su vez a un cuervo todo al ritmo de una tonta cancioncita? auméntele las revoluciones y tendras una idea de nosotros 3.  




El perrito comenzó a subir las escaleras; en el primer piso habían unos 5 niños  de entre 5 y 7 años jugando. Y les grité también: atrápenlo que se escapo! Pero los niños tuvieron miedo y se montaron todos en las rejas, como si fuera un cocodrilo! PERO SI ES UN PERRITO CHIWAWEÑO POR DIOS SANTO!. 
Al final el perrito entro por un pasillo y quedo acorralado en una esquina, yo entre por el pero Ovidio, que venia detrás de mi golpeo la reja y nos encerró a los 3 en el pasillo. 
Tras agarrar al perrito me toco con mucha pena molestar a alguien de ese pasillo para que nos dejara salir. Cuando le entregue el perro al muchacho, este no paraba de reírse. Al menos me lo agradeció mucho. 
A Ovidio a veces se le fríen las neuronas cuando ve un perro más pequeño que el.

 

martes, 29 de marzo de 2011

Mr. Gaturro en adopción



Regalo precioso gatito mestizo de pelaje rubio-atigrado; tiene aproximadamente 3 meses de edad. 
Es muy tierno y considerado pues suele dormir acurrucándose en la cama de su dueño dejándola bien calientita para cuando a este le toque usarla y no es para nada exigente pues no necesita de esa costosa tierra especial para gatos, el puede arreglárselas en cualquier lugar de la casa. 
Este felino es también un animalito muy ocurrente e inteligente ya que le gusta inventar sus propios juegos tales como :
  • ·         Correteo desquiciado; que consiste correr  velozmente por todas las aéreas de la casa sin necesidad de causa o motivo aparente.
  • ·         Tumba los corotos de la mesa; este puede jugarse combinado con el anterior pero incluyendo mesitas de noche y estantes con perfumes y otros objetos valiosos.
  • ·         Ataque sorpresivo; consiste en lanzarse impetuosamente sobre inocentes transeúntes de la casa desde abajo de las camas o los sitios menos esperados, clavándoles en los pies o pantorrillas sus filosas uñas y dientes de cachorro como muestra de cariño y aprecio.
  • ·         El Tesoro Escondido; el cual siempre parece estar en las bolsas de basura y papeleras.
  • ·         La ere; Se juega contra la escoba o coleto, según sea el el que uno este usando en ese momento. Las reglas de este juego aun no están muy claras.
  • ·         1, 2, 3 pollito inglés; debe comerse el pollo dejado al descuido descongelando en el frega-platos y desaparecer antes de que el cocinero termine de ocuparse de otros menesteres. También puede jugarse con carne,      pescados y embutidos.



Como notaran este minino es todo un personaje que alegrara su vida y la llenara de anécdotas interesantes y memorables como lo ha hecho con la mía este mar… criadito animalito de Dios. 
Interesados dejar un comentario por aquí. Despacho a nivel nacional gratuito. 
Anexo la foto, verlo es adoptarlo!!!

viernes, 25 de marzo de 2011

El inicio



Desde hace algún tiempo vengo acariciando la idea de escribir un blog, no es que egocéntricamente considere que “lo que yo tengo que decir el mundo necesita saberlo” ni mucho menos; sólo que se que siempre hay alguien que quiere saber –y se quiere reír- con las aventuras de los demás (bonita manera de llamar entrépitos a mis futuros fieles lectores, les pido disculpas mis amores).

“Anda, cuéntame otra vez del velorio que le hicieron al perico”, esas experiencias que de tanto contarlas se convierten en un chiste que siempre te piden de nuevo, serán las protagonistas mientras el verdadero autor es “el hemisferio derecho, el de la creatividad” como solía decirme alguien muy apreciado (que no mencionare hoy porque aun no sé cómo funciona el marco legal de estas publicaciones online y no quiero problemitas).



Decidí llamar a esta bitácora OVIDIO Y YO, no en alusión a aquella película del perro labrador y sus dueños (acabo de notar el símil, palabra) sino porque soy amante de los animales y porque es con mi perro, Ovidio Valentín, con quien comparto la mayoría de las horas de mis días. Además, lo confieso, es a quien más le hablo y con su mirada parece siempre querer decirme lo que yo quiero escuchar (el no me contesta pero les aseguro que me presta mucha atención). Precisamente hoy estoy en esa onda de amor por los animales pues quede con inmensas ganas de adoptar tres tiernos cachorritos mestizos que jugueteaban al lado de una caja de cartón en plena acera mientras su mama buscaba alimento en los alrededores. De verdad pareciera que estos animalitos vienen dotados con un sensor de supervivencia que les hace lloriquear y juguetear  justamente cuando uno viene  pasando frente a ellos desprevenido.
Así nos pasó con Angustia De Los Dolores; no, no se trata del nombre de la protagonista de alguna melodramática  telenovela mexicana, sino el de una perrita llorona que mi mama y yo rescatamos del mundo de las drogas y el alcohol en Caracas ya que la habían abandonado en la esquina de los indigentes del barrio.
Por esa esquina veníamos caminando cuando repentinamente escuchamos el escándalo; eran los súbitos quejidos de un cachorrito que hacían pensar que le acababan de dar un martillazo en el dedo chiquito de la patita. Quisimos ser fuertes e intentamos continuar caminando pero ya era muy tarde, ella nos había  olido; los alaridos alcanzaban notas tan altas y estridentes que finalmente sucumbimos; nos detuvimos, nos miramos resignadas  y nos devolvimos.
Así llego a la casa “Angustias” bautizada  así porque angustiadas veníamos con el temor de que nos bajaran del autobús  por el llanten que llevaba la perra (“De Los Dolores” vino después de la primera noche con ella chillando en la casa). Sé que muchos no me van a creer pero les aseguro que el de esta perrita no era el llanto típico del canino que esta triste, que quiere que lo suelten o que está contento porque llegaste a casa; eran dramáticos y desgarradores aullidos  que hacían hasta a el chofer del autobús mirarnos feo por el retrovisor pensando que le hacíamos algún daño a la perra. Y es que yo creo que la pobre Angustias debe haber sufrido mucho en sus primeros días de vida o al nacer le machucaron la colita durísimo porque le quedo un tick nervioso que consistía en expresar todas sus emociones, buenas o malas, con repentinos gritos histéricos que nos tenían a todos tomando valeriana. Hasta comiendo movía la colita y lloraba.
“Que vamos a hacer con Angustia? Onix la va a matar!” Onix, nuestro amado Golde Retriever, era el más noble con los humanos pero el más despiadado con los de su especie; el no la pudo tolerar jamás, no sé si fue por su problema de carácter con otros perros o porque Angustias lo despertaba exaltado de todas sus siestas a lo largo del día. Así que no nos quedo otra opción que llevárnosla a casa de mi hermano, sin decirle jamás del trastorno bipolar que padecía -que se dé cuenta el solo después, ahí le dejamos la valeriana-.
Quisiera poder decir que la vida de Angustia fue larga y llena de satisfacciones que compensaron aquel desconocido y traumático pasado que tan honda huella había dejado en ella; pero la verdad es que Onix también vino en el paseo y al parecer 4 horas de carretera con Angustia fueron para el tormento suficientes para planear su asesinato que fue ejecutado esa misma noche mientras todos dormíamos.
Supongo que no es solo para la raza humana eso de que algunos seres vienen a este mundo solo a sufrir. Me consuela que yo le di todo el cariño que pude en tres días, esto lo digo de corazón.
Mi querida Angustia, nunca te olvidare, ni nadie que te haya conocido por más cinco minutos, por obvias razones. Aun hay días en que te pienso acostadita durmiendo y despertándote de pronto dando gritos de terror (o de alegría) dejándonos a todos tu profundo recuerdo grabado en la mente y en los nervios.